La ley de Herodes es una película mexicana dirigida por Luis Estrada. Se trata de una comedia satírica sobre la corrupción política en México durante el mandato del Partido Revolucionario Institucional. En esta oportunidad se va a identificar dentro del reparto de la película a Juan Vargas, protagonizada por Damián Alcázar, Vargas es un militante partidista considerado tonto, honesto e ignorante del oficio político, y para que no se sucite otro linchamiento que perjudique la imagen del gobernador lo nombran el presidente municipal de San Pedro de Los Saguaros,
Al llegar a San Pedro de Los Saguaros, Vargas junto con la esposa se acomoda, al principio, se ilusiona con el nuevo cargo, pero después siente lo contrario al darse cuenta que San Pedro de Los Saguaros es un pueblo pobre, en un lugar semidesértico, con menos de cien habitantes, de los cuales la mayoría no hablan el castellano. También teme por su integridad ya que en cinco años, los habitantes lincharon a tres alcaldes por cometer abusos de autoridad.
Vargas inicia en el cargo con incompetencia, pero trata de ser honesto, a pesar de recibir malos tratos de algunos habitantes que no lo conocían porque creían que sería igual que los anteriores. Vargas quiere hacer proyectos para mejorar la localidad, pero no hay presupuesto, porque el anterior presidente municipal lo robó así que visita al Lic. López para pedirle más presupuesto, pero se lo negó a cambio le obsequió un compendio de Leyes federales y estatales y le aconsejó que lo usara con astucia para obtener el dinero de los habitantes por medio del cobro de multas, impuestos y licencias. El licenciado también le obsequia un revólver para imponer la autoridad a los violentos habitantes. Vargas sigue los consejos y aprende a usar su autoridad para lucrar a costa de la gente, gradualmente se corrompe hasta volverse un funcionario taimado, arrogante y abusivo. Perjudica a algunas personas para librarse de problemas. Sin embargo, se mete en otros grandes. Vargas representa al ciudadano decente que desempeña un cargo público importante y durante el desempeño de sus funciones se corrompe haciendo lo que le parezca correcto, matando gente y robándole descaradamente.
Al final Vargas mata al mismo Lic. López que llego al pueblo enterado del malisimo trabajo de Vargas, se vuelve un caos y la población también intenta lincharlo por abuso de autoridad, pero es rescatado como un héroe por parte de su partido y sale hablando en la cámara de diputados. Al final se considera que todos los políticos son iguales, inician bien y terminan mal, corrompidos.
Al llegar a San Pedro de Los Saguaros, Vargas junto con la esposa se acomoda, al principio, se ilusiona con el nuevo cargo, pero después siente lo contrario al darse cuenta que San Pedro de Los Saguaros es un pueblo pobre, en un lugar semidesértico, con menos de cien habitantes, de los cuales la mayoría no hablan el castellano. También teme por su integridad ya que en cinco años, los habitantes lincharon a tres alcaldes por cometer abusos de autoridad.
Vargas inicia en el cargo con incompetencia, pero trata de ser honesto, a pesar de recibir malos tratos de algunos habitantes que no lo conocían porque creían que sería igual que los anteriores. Vargas quiere hacer proyectos para mejorar la localidad, pero no hay presupuesto, porque el anterior presidente municipal lo robó así que visita al Lic. López para pedirle más presupuesto, pero se lo negó a cambio le obsequió un compendio de Leyes federales y estatales y le aconsejó que lo usara con astucia para obtener el dinero de los habitantes por medio del cobro de multas, impuestos y licencias. El licenciado también le obsequia un revólver para imponer la autoridad a los violentos habitantes. Vargas sigue los consejos y aprende a usar su autoridad para lucrar a costa de la gente, gradualmente se corrompe hasta volverse un funcionario taimado, arrogante y abusivo. Perjudica a algunas personas para librarse de problemas. Sin embargo, se mete en otros grandes. Vargas representa al ciudadano decente que desempeña un cargo público importante y durante el desempeño de sus funciones se corrompe haciendo lo que le parezca correcto, matando gente y robándole descaradamente.
Al final Vargas mata al mismo Lic. López que llego al pueblo enterado del malisimo trabajo de Vargas, se vuelve un caos y la población también intenta lincharlo por abuso de autoridad, pero es rescatado como un héroe por parte de su partido y sale hablando en la cámara de diputados. Al final se considera que todos los políticos son iguales, inician bien y terminan mal, corrompidos.
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